jueves, 26 de abril de 2018

El pastorcito


   La leyenda cuenta la historia de un noble pastor que tenía el don de hablar con los animales. El pastorcito tenía una novia a la que quería mucho, pero como no tenía dinero para casarse con ella, un buen día decidió salir por el mundo en busca de fortuna.
Tras varias semanas de duro andar, el noble pastor llegó a una granja apartada en el bosque con la intención de pedir trabajo. “Pastorea mis ovejas y te daré cuatro monedas al día”, le dijo el dueño de la granja sin más dilación, y enseguida se puso el joven a cuidar a sus ovejas por el prado.
A las pocas horas de encontrarse en aquel lugar, el pastor tuvo una rara sensación, y al volver la vista hacia atrás, descubrió que un inmenso fuego se había apoderado de la pradera. Con gran voluntad, el joven pastor trató de apagar las brasas ardiendo, y justo en ese momento descubrió que en lo alto de un bosque, atrapada por las llamas y casi moribunda por el humo, reposaba una víbora enroscada en las ramas.
Pese a que las víboras son animales muy peligrosos, el pastor tenía un corazón bondadoso, y con mil y un trabajos logró poner a salvo al animal. Para sorpresa del pastor, la víbora podía hablar, y tan pronto se recuperó, le dijo:
“Gracias, noble muchacho. No sólo has salvado mi vida sino la de muchos animales que habitan en este lugar. Por ser tan noble y bueno te concederé el deseo que me pidas”. Por supuesto, el pastorcito,deseaba tener dinero para casarse con su novia, pero en cambio, le pidió a la víbora el don de hablar con los animales.
“Es algo peligroso lo que me pides, joven, pero haré tu sueño realidad. No obstante, debes saber que si algún día revelas este secreto, caerás muerto al instante”, y dicho aquello la víbora dio dos vueltas en el suelo y desapareció al instante del lugar. El pastor, sin creer aun lo que había pasado, decidió acercarse a las ovejas que estaba pastoreando para comprobar si podía entenderlas.
Para su sorpresa, las cabras conversaban animadamente y refunfuñaban porque el joven las había abandonado a su merced. “Este muchacho es un atolondrado. Si nos sigue abandonando así terminaremos devoradas por el lobo”, pero el pastorcillo no demoró un instante en contestarles: “No se preocupen queridas cabras. A partir de ahora no las dejaré solas nunca más”.
Las cabras se miraron unas a otras confundidas al ver que el pastor les había hablado, pero tan pronto las devolvió a la granja, el joven decidió entonces tomar una merecida siesta. Cuando por fin se encontraba descansando a la sombra de un frondoso árbol, dos gorriones se posaron en las ramas y comenzaron a conversar.
“¿Quién pudiera decirle a este chico que bajo la tierra donde descansa se encuentra escondido un gran tesoro?”, y no más escuchó las palabras de los gorriones, el pastor se puso a cavar de inmediato. Como en efecto, al poco tiempo, el joven encontró un cofrecillo dorado repleto de joyas y monedas de oro.
“¡Soy rico!” gritaba campante el pastor mientras se marchaba camino a casa para darle la buena noticia a su amada. En poco tiempo, la pareja se casó por todo lo alto y pudieron comprarse una granja hermosa donde vivieron muy felices por largo tiempo.
Sin embargo, un buen día, mientras el pastor se disponía a arar la tierra, pudo escuchar cómo el burro le decía al buey: “Si no quieres trabajar tanto, pégale un cabezazo al amo y te dejará tranquilo”. Pero el pastorcillo decidió entonces arar la tierra con el burro, y tanta gracia le dio aquello que no pudo resistir la risa y sus carcajadas se hicieron oír en toda la granja.
La mujer del pastor, tan pronto oyó las risas de su marido salió en busca de este para reclamarle. “Y tú, ¿Por qué te ríes tanto? Cuéntamelo ahora mismo”, pero el pastor no podía revelarle su secreto, pues de ese modo moriría para siempre como le había advertido la víbora.
“Está bien, mujer. Te lo contaré cuando llegue la noche”, le dijo el pastorcito, con tal de ganar tiempo para pensar en una respuesta. Sin embargo, a la caída del Sol, el joven se sentó a la mesa para disfrutar de la rica y olorosa sopa que su mujer le había preparado, y fue entonces cuando tuvo una brillante idea.
“Y bien, ¿Me contarás por qué te reías solo en el medio de la pradera?”, le dijo su esposa en tono desafiante, mientras el pastorcito se llevaba a la boca una cucharada de sopa hirviendo. Tan caliente estaba aquella sopa que el pastorcito se quemó la lengua y no pudo decir palabra alguna, y cuando se vino a recuperar, ya su mujer se había olvidado por completo del asunto. 
https://www.chiquipedia.com/cuentos-infantiles-cortos/cuentos-de-animales/el-pastor-que-hablaba-con-los-animales/



MI EXPERIENCIA EN LA I.E.I N° 154

                                               

Me conocen como la Mis Mariluz; actualmente vengo cursando mis estudios profesionales de Formación Inicial de Docente en el Instituto de Educación Superior Pedagógico Público “Puquio”, en el programa de Educación Inicial en el III Ciclo.
He elegido ser docente por vocación, estas son mis dos razones, me gustan los niños y he entendido la responsabilidad de formar nuevos ciudadanos que decidirán el futuro de nuestros pueblos. El Año 2017, para mí, fue una experiencia muy interesante en mi formación profesional porque tuve la oportunidad de visitar a la Institución Educativa Inicial N° 154 “”, esta institución está ubicada en el Barrio de Ccayao un barrio tradicional cuyos padres de familias muestran el mayor de su interés en la formación de sus niños,  pues consistió en una visita de observación, en esa oportunidad conocí al maestra , Directora de la Institución, una gran maestra por sus cualidades de dirigir una de las mejores instituciones de nivel inicial quién amablemente me recibió y ha sido mi guía en conocer tanto la forma de organización de la Institución, así como también conocí a la Profesora Rosaura; una maestra interesante, porque hizo que me sintiera como parte de la Institución, e involucrándome en el trabajo de los niños; su aula; muy organizada con zonas donde los niños comparten sus aprendizajes a partir de los juegos, dibujos,, observe con mucho interés la atención que dan los padres de familia a la higiene de sus pequeños; su mesas organizadas adecuadamente que permiten desarrollar habilidades de cooperación y colaboración entre compañeros(as) donde; ningún niño se queda sin desarrollar e integrándose a la actividad impartida por su maestra. Debo resaltar, el trabajo que hacemos las maestras de Inicial, aunque muchos no nos puedan entender, el cariño y amor que mostramos al trabajar con nuestros niños,
por otra parte doy gracias a mis profesores del pedagógico que con sus orientaciones y apoyo me ayudan en mi formación profesional, y a mis padres y hermanos que me muestran su apoyo incondicional 



¡Feliz Día del Padre, mi héroe, mi amigo, y mi mayor ejemplo a seguir!”.

El Día del Padre es una celebración universal que rinde homenaje a los papás, las personas que entregan todo su amor y dedicación...